España / Comunidad Autónoma de Castilla y León / Provincia de Salamanca / LedesmaLedesmaRegreso a Castilla y León Inicio |
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Ledesma es un municipio y localidad española de la provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Se distingue como el núcleo de población más importante del norte salmantino y se considera la capital o centro de servicios de la comarca de la Tierra de Ledesma. Pertenece al partido judicial de Salamanca y a la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Ledesma. Su término municipal está formado por localidades de Cuadrilleros de los Dieces, El Cerezo, Estacas, Estaquillas, Frades de Santa María, La Sagrada, La Samasa, Ledesma, La Vadima, Muchachos, Nóguez, Pelilla, Zorita, Aldeagutiérrez, Cuadrilleros, El Casar, La Riverita, La Samarita, Santa Marina, Santo Domingo y Zafroncino, las ocho últimas despobladas, ocupa una superficie total de 141,22 km² y según los datos demográficos recogidos en el padrón municipal elaborado por el INE en el año 2016, cuenta con una población de 1767 habitantes. Se sitúa justo en el extremo centro norte de la provincia de Salamanca, lindando con la zamorana comarca de Sayago, con la que comparte paisaje, historia, cultura y tradiciones. En su término predomina el paisaje natural adehesado, compuesto por extensas llanuras salpicadas de pequeñas elevaciones y el inicio de los desniveles que origina a su paso el río Tormes que, más adelante, llegando a Portugal, dan origen al espacio natural protegido del parque natural de Arribes del Duero. El casco urbano se asienta sobre una muela granítica de ingente tamaño, situada a una altitud de 780 msnm. Dista 35 km de la ciudad de Salamanca, la capital provincial, 55 km de Zamora y 84 km de Ciudad Rodrigo, las principales ciudades de su entorno. Su estratégica situación, su fácil defensa y los evidentes restos arqueológicos existentes, indican que su primer asentamiento pudo haber sido un castro prehistórico. Más evidente es su pasado romano, época en la que estuvo situado en la frontera norte de las Hispania Ulterior Lusitania, bajo la denominación romana de Bletis, de la que deriva su actual nombre de Ledesma. Su repoblación definitiva se produjo en el 1161 cuando Fernando II de León otorgó el fuero de la villa, lo que la convirtió en un notable centro político, económico y de comunicación de las tierras del reino de León. La villa cuenta con un rico patrimonio arquitectónico y etnográfico, consecuencia directa de su largo devenir histórico. Por este motivo, la villa fue declarada conjunto histórico-artístico en 1975, además de contar con otros bienes de interés cultural como el Puente Mocho, la iglesia de Santa Elena, la iglesia de Santa María la Mayor y la fortaleza. Además existen notables muestras culturales, propias o adaptadas, cuyo principal exponente sea quizás el Corpus, pero también otras como las Calendas, las Águedas, el Carnaval, los Quintos, la Semana Santa, el Lunes de Aguas, el Carmen o los Festivales de Veranón. Gran parte de él está cubierto por un típico bosque mediterráneo perennifolio, en el que predomina el paisaje de las dehesas cubiertas por encinas y monte bajo. Hay zonas escasas cubiertas por el roble rebollo. Paisaje de la dehesa ledesmina. El continuo trasiego humano y la dureza del clima han reducido la diversidad de la fauna: zorro, jabalí, perdiz, conejo, liebre, codorniz, paloma torcaz, tórtola... Es posible observar multitud de ejemplares de cernícalos y lechuzas, y en menor medida de águila real, águila perdicera, buitre leonado, alimoche, halcón peregrino, búho real... Historia[editar] Tras esta época llega la romanización, y Ledesma queda incrustada dentro de Lusitania después de una ardua lucha entre las legiones romanas y las tropas y guerrillas lusitanas, sirva de ejemplo el caso de Viriato, pastor lusitano de procedencia entre Salamanca y Zamora. Es sobre esta época cuando Plutarco habla sobre los bletonenses, los habitantes de Bletisa (Ledesma), y nos narra cómo se les prohíbe que realicen sacrificios humanos de personas y caballos para firmar sus pactos y para adivinar el futuro. Se sabe que Ledesma en esta época es una ciudad de cierta relevancia de la Lusitania, aunque hoy sólo se conservan como se refleja más abajo restos de la muralla, puentes y una lápida incrustada en la pared exterior de la sacristía de Santa María la Mayor con la siguiente inscripción: IMP CAES AVG PONT MAXIM TRIBUNIC POT XXVIII COS XIII PATER PATR TERMINVS AVGVSTAL INTER BLETISAM ET MIROBR ET SALM: "El Emperador César Augusto, XXVIII Pontífice Máximo de la Potestad de los Tribunos, XIII Cónsul, Padre de la Patria. Término Augustal entre Ledesma, Ciudad Rodrigo y Salamanca". Tras la caída del Imperio Romano, esta zona pasa a estar bajo el poder de los visigodos, sin embargo de esa época no hay restos en la propia Ledesma, sí en algunos pueblos cercanos como La Peña, y la cercanía de la famosa y mítica ciudad-estado de Sabaria.
Lienzo de finales del siglo XVIII sobre el martirio de San Nicolás, Leonardo y Nicolasín y las religiosas Santa Justa y Vigasta. El joven atraído por las enseñanzas, la fe y el carácter fraternal de los cristianos decide convertirse al cristianismo; su nuevo nombre es Nicolás y los clérigos que lo bautizaron fueron Leonardo y Nicolás. Enterado su padre de esto, lo manda degollar, y a los dos clérigos despojarles de su piel, lapidarlos y a continuación quemar a los tres. Los cristianos recogieron sus restos que han sido venerados hasta hoy día. Es curioso que se conserva una leyenda en la que se dice que el mismo día y fecha son martirizadas también en Ledesma, en el Convento de San Salvador -según la leyenda, fundación goda- dos religiosas, Julia y Vigasta, convertidas según la tradición en santas mártires, pero de las que se conservan escasas referencias tras el abandono de la comunidad benedictina del Convento de San Salvador de Ledesma. Por lo demás, los restos del dominio musulmán no dejaron más huellas palpables, hasta que en 939, Ramiro II de León arrebata la población a los musulmanes. Se inicia con esto un periodo de reconquista de Ledesma que no culminará hasta 1161. Hasta esa época, Ledesma será repoblada por Ramiro II, atacada y saqueada en dos ocasiones por Almanzor y repoblada de nuevo por Alfonso VI de León. Año 1161[editar] Entrada al patio del Ayuntamiento de Ledesma. 1484 Para establecer este señorío, dota a Ledesma de un conjunto de estructuras feudales que sirven de base al actual Casco Histórico: se le concede una garantía jurídica con el fuero (hasta que es abolido por "Las siete Partidas" de Alfonso X e igualada jurídicamente al resto de León) y se repuebla esta zona tan castigada con gente procedente de Galicia, León, Zamora y Toro, se amuralla perfectamente Ledesma y se construye en su parte menos protegida y mirando hacia el reino de Portugal una fortaleza. Se le otorga a la villa un importantísimo papel religioso, construyendo siete iglesias principales (Santa María, San Martín, Santiago, San Pedro, San Miguel, Santa Elena y San Polo) y posiblemente trayendo a la Villa a las monjas benedictinas (época expansiva del Císter por el Reino de León) que ocupaban el que hoy es monasterio de las MM. Carmelitas, y a los Caballeros Templarios que regentaban el monasterio que se había construido en el solar donde fueron quemados los mártires (Nicolás, Nicolasito y Leonardo), y que tras su disolución fueron sustituidos respectivamente por los Caballeros de San Juan de Malta y la Orden de los Franciscanos. Ledesma desde entonces se comienza a forjar como un núcleo en expansión favorecido por su estatus de capitalidad de su alfoz, su situación fronteriza dentro de León con Portugal y Castilla, por ser un núcleo importante en la articulación y relación de un reino en expansión, por encuadrarse en medio de una red de caminos, fundamentalmente por el ramal de la Vía de la Plata que va desde Ledesma a Zamora, aunque también otros menores como la Colada de Salamanca, la Colada de Fermoselle, el Cordel de Almeida, el Cordel de Ciudad Rodrigo, la Vereda del Asmesnal, la Vereda de Peñalvo y la Colada de Doñinos de Ledesma. Esta nueva realidad de zona de frontera, alejada de los grandes núcleos de poder, en la que se premiaban las luchas de los caballeros en las conquistas a musulmanes, castellanos y portugueses, junto con su incipiente economía (ganadera, agrícola y peletera fundamentalmente, pero cada vez más diversificada para atender toda la demanda de una urbe como era ya la ciudad, llegando a haber pintores, entalladores y plateros) convierten a la Villa en un importante foco de atracción para la población del norte: desde campesinos hasta nobles hidalgos y clérigos vienen a estas tierras a aprovechar la situación de un núcleo en expansión. Su condición de realengo, alterada en algunas ocasiones por la cesión de la Villa a señores, generalmente a miembros de la familia real, le sirve para obtener una cierta libertad de actuación que terminará por fortalecer al Concejo, que ya en 1484 comienza la construcción de su sede, la Casa Consistorial o Casa del Corregidor Trasmiere. Siglos XIII y XIV[editar] Sepulcro de Sancho el de la Paz en la iglesia de Santa María la Mayor que reza "Aqui iace el cuerpo de serenissimo infante Don Sancho Señor que fue de sta villa de Ledesma y de otros muchos pueblos, hijo del infante Don Pedro y nieto del rei Don Alonso X el Sabio" Siglos XV y XVI[editar] Es en esta época en la que el recinto amurallado se llena de palacetes góticos y renacentistas de las grandes familias nobiliarias que han asentado su poder, quedando configuradas como una élite que dirige el Consistorio, la Iglesia, la Audiencia. Son linajes como los Rodríguez de Ledesma, Nieto, Maldonado, Paz, Díaz de Ledesma, Figueroa, Chaves, Ulloa, Fernández del Campo, Godínez, Dieces, Olivares, Minaya, Mercado, Velasco... Familias hidalgas basadas en la riqueza agrícola y ganadera de sus señoríos rurales, generalmente de sus propiedades de los lugares y aldeas del alfoz ledesmino, compuesto por 116 pueblos, 35 alquerías y 30 despoblados. A finales del siglo XVI, estas familias se agrupan en la "Cofradía de Hijosdalgos de Santiago", una agrupación nobiliaria con sede en la Iglesia de Santiago que se basaba en velar por los derechos y privilegios de la clase dominante, así como método de probar la pureza y nobleza de sangre de los llamados "Cristianos Viejos".
Escudo de la Villa de Ledesma. 1576. Alhóndiga del Obispo Pedro del Campo, Ledesma Se concede el privilegio del mercado semanal de los jueves, un gran punto de intercambio entre los artesanos y comerciantes del reino, y el del mercado del Jueves de la Ascensión, el mayor comercio de bueyes de España hasta hace 70 años. Siglo XVII[editar] Si a todo esto se suma que en 1641 se independiza el Reino de Portugal, anexionado a la corona hispánica de Felipe II en 1580, y comienzan una serie de guerras en las que un Portugal fortalecido avanzaba posiciones sobre una Corona, la de Castilla y León, extenuada y que debía ser el propio Consistorio ledesmino el que debía sufragar los gastos de las tropas contratadas y su manutención para hacer freno a un enemigo que penetraba en muchas ocasiones por las Arribes.
Hospital de San José.1722. Joaquín de Churriguera. El sistema de señorío feudal se comienza a debilitar y la nobleza rural de Ledesma se empobrece, mientras que los campesinos están arruinados y extenuados; comienza aquí un éxodo de población y un empobrecimiento y debilitamiento continuado de la Villa. Sin embargo, son varios los palacetes barrocos que se conservan de esta época, debidos paradójicamente al aumento de los llamados "hidalgos". En este tiempo es en el que se redobla la religiosidad, la sociedad mira pidiendo clemencia al cielo y se cae en el desengaño de lo mundano: 17 cofradías se fundan sólo en este siglo y son multitud las tallas y retablos que se realizan en estilo barroco en esta época. Siglo XVIII[editar] Siglo XIX[editar]
Arco del puente que fue reconstruido en 1816, tras haber sido dinamitado en 1812 por las tropas de Napoleón para proteger su huida de la villa de Ledesma.
Mapa de Ledesma publicado en 1867 y realizado por Francisco Coello Las desamortizaciones de los innumerables bienes eclesiásticos y civiles supusieron un aumento de la burguesía, basada en la acaparación de bienes rústicos y su comercio, que, junto con el fortalecimiento de los ayuntamientos y el establecimiento del Congreso de los Diputados (Ledesma poseía derecho a un diputado en el Congreso), la venida de personas de los pueblos de alrededor de Ledesma, supusieron un aumento considerable de la población y una reactivación de la vida ledesmina, basada fundamentalmente en una vida burguesa formada por una casta dominante superior y el pueblo llano, situación que se mantendrá hasta la muerte del General Franco y la venida de la democracia. Muchos de los palacetes nobiliarios son entonces adquiridos por la burguesía floreciente, al igual que las tierras de los mayorazgos y vinculadas a la Iglesia. Las desamortizaciones eclesiásticas nos dejan la pérdida de multitud de patrimonio, de las siete iglesias originales se ceden al ayuntamiento las de San Martín, Santiago y San Pedro (reconstruida en los Mesones), que las derruye; la de San Polo se reconvierte en propiedad privada y es hoy la ermita de la Concepción, el ya maltrecho Convento de San Nicolás es vendido y derruido, el de las MM. Benedictinas es reconvertido en Monasterio de MM. Carmelitas, pero perdiendo gran parte de su patrimonio. Se pierden multitud de obras de arte, otras se recolocan entre las tres iglesias históricas conservadas: Santa María la Mayor, Santa Elena y San Miguel, convirtiéndose así en grandes poseedoras de patrimonio. Todas las ermitas se vienen abajo y son cedidas o vendidas, conservándose sólo hoy la de la Ermita del Carmen de mediados del siglo XVI y la de la Concepción rehecha en 1841. De los tres hospitales originarios sólo se mantiene el de Gonzalo Rodríguez de Ledesma o de San José. Con la Restauración de 1876 se establece un sistema bipartidista dirigido por las grandes familias terratenientes de la zona, lo que durará hasta la II República. Es en esta época y a principios del siglo XX cuando se colonizan los terrenos de Santa Elena, Peña Pajar y la zona sur de San Pablo, doblándose la extensión original del núcleo urbano. Cobra también gran relevancia la expansión del barrio trastormesino de Los Mesones, por lo que se decide la construcción de una iglesia, la de San Pedro y San Fernando, en 1847 con los restos de las antiguas iglesias de San Pedro y Santiago. Siglo XX[editar] La sublevación del 18 de julio de 1936 encuadra a Ledesma dentro de una marcadísima Zona Nacional: los grandes terratenientes del partido judicial apoyan a los sublevados que luchan contra un estado que coartaba su poder, hacía peligrar sus terrenos y declaraba los derechos de los obreros. Son varios los fusilados al inicio de la contienda, sobre todo por los somatenes de Falange, y, después de ella, hay algunos "reprimidos" por su vinculación a la República o sus ideales. Tras la guerra se agudizan al igual que en toda España las necesidades del pueblo más bajo, pero se mantiene la sociedad basada en la burguesía de la Restauración. Con la década de los 50 y 60 y la apertura del régimen, la vida en Ledesma se vuelve más cómoda por la mecanización de las tareas agrícolas, las mayores libertades sociales, la enseñanza obligatoria, el aumento del sector servicios, el aumento del precio de los salarios, las inversiones franquistas e infraestructuras.
Viviendas de Protección Oficial. 1982. Ensanche de Ledesma en la carretera de Gejuelo. Rosquillas de Ledesma. Un duro golpe para la moral ledesmina se produce cuando en la última reforma provincial (1962) se disuelve el Partido Judicial de Ledesma, quedando una parte de él en el de Vitigudino y otra parte en el de Salamanca; con lo que se pierden los juzgados de primera instancia de la Villa y la Prisión. Es con la llegada de la democracia, y ya más en los años 80 cuando la sociedad fuertemente basada en el control burgués de la sociedad se deshace por sí misma, e incluso gran parte de ella se marcha hacia Salamanca y sobre todo Madrid. A partir de 1983, Ledesma queda dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, la más amplia de toda España. Sin embargo, es entonces cuando el éxodo se frena, regresan parte de los emigrantes y se configura una población cercana a los 2000 habitantes, articulada en torno al sector secundario y terciario fundamentalmente (construcción, hostelería, turismo, ENUSA, Balneario de Ledesma...), aunque aún con cierta dependencia del sector primario, concretamente por el peso de las grandes ganaderías de la zona. La cercanía a Salamanca (35km, 20 minutos por la SA-300) han convertido a Ledesma en un núcleo muy dependiente de la capital provincial, y también muy beneficiada de esta cercanía. Con las inversiones a través de los Fondos PRODER, FEDER, y las ayudas del Gobierno de España y de la Junta de Castilla y León, Ledesma se ha basado en la recuperación de su importantísimo patrimonio histórico, el acondicionamiento del Casco Antiguo, y la mejora de las viviendas de Ledesma (desde 1981 se construyen interrumpidamente viviendas de Protección Oficial), de la red de abastecimiento de aguas con una depuradora y potabilizadora con capacidad para 5000 personas, la construcción del Palacio de Congresos Villa de Ledesma, el Instituto Miguel de Unamuno, el Colegio Ntra. Sra. del Carmen, la Casa-Cuartel de la Guardia Civil... han dotado a la población estable de Ledesma de una serie de infraestructuras que la hacen mirar con comodidad el futuro y al visitante contemplar una Villa próspera en continua remodelación y restauración poseedora de un bello patrimonio histórico, artístico, cultural, gastronómico y paisajístico. Demografía[editar] Gráfica de evolución demográfica de Ledesma entre 1900 y 2016 Fuente Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia. Núcleo de Población Población Se trata de un conjunto arquitectónico y paisajístico de gran valor en el que se mezclan los grandes monumentos como la grandiosa Iglesia de Santa María la Mayor o la Casa Consistorial con los antiguos palacios de los siglos XV-XIX de los hidalgos y de la naciente burguesía de Ledesma, las instituciones de beneficencia como el Hospital de San José o la Alhóndiga del Obispo de Útica Pedro del Campo... en definitiva, un ambiente basado en una multitud de edificaciones históricas rodeadas por el clima y paisaje de la dehesa charra en el que se respira el ambiente de un pasado próspero basado en la conjugación entre el campo y la urbe, el campesino y el noble, que convirtieron a Ledesma en la cabeza de un señorío muy próspero del que dependían pueblos y aldeas desde Salamanca hasta Portugal, desde la Diócesis de Zamora a la de Ciudad Rodrigo. El Castillo (BIC 1949)[editar] Lo que hoy observamos del edificio, a pesar de su grandiosidad es una mínima parte del esplendor inicial, se ha perdido toda la muralla (falsabraga) que cubría esta fortaleza en su parte de extramuros y, por la parte intramuros, se han perdido los accesos y torreones que la comunicaban con un edificio anexo, posiblemente un palacio. En su interior se conservan dos habitaciones de época gótica, una a nivel del suelo y otra sobre la anterior bajo la antigua torre del homenaje. Excavaciones arqueológicas en la década de los 80 y 90 dejaron al descubierto un complejo sistema de canalización de agua así como antiguas edificaciones como caballerizas, fortines, pozos. La Plaza de la Fortaleza[editar] Las Murallas[editar] Muralla del siglo XII La muralla que observamos hoy en su mayoría es de finales del siglo XII, obra románica de tiempos de Fernando II de León, quien marca el trazado actual de la muralla y manda fortificar completamente la Villa a base de una gran muralla almenada de buena sillería con su torres y ocho puertas de acceso bien protegidas (la del Puente, de los Toros, del Caracol, del Pozo de la Nieve, de San Nicolás o de los Mártires, de San Juan, de Herreros y de San Pedro). Es en época de Beltrán y Francisco de la Cueva (último tercio del siglo XV) cuando se reforman algunos lienzos de la muralla, y de esa época destacan algunos de los cubos de buena sillería que se conservan aún. Puerta de San Nicolás (BIC 1949)[editar] El Verraco[editar] Verraco del siglo VII a.C. Sabemos sin embargo, que esos cuatro verracos fueron arrojados al río en la década de los 40 del siglo XIX en un arrebato liberal del consistorio ledesmino que identificó el encadenamiento de los verracos con las medidas de Carlos V tras la Guerra de las Comunidades. El actual verraco fue hallado en la construcción de las Escuelas en 1957, en la parte meridional del castillo. Se trata de un verraco de entre el siglo VII y el I a.C. de granito al que le ha sido amputada la cabeza. Su tronco es muy representativo por las dimensiones aproximadas a las de un cerdo natural y con sus atributos femeninos excesivamente marcados. Menhir del mirador[editar] Casa Consistorial[editar] Parte Renacentista de la Casa Consistorial De aquella época se conserva la planta del edificio, los accesos inferiores al mismo formado por dos arcos de medio punto, lo que resta de la antigua prisión y el bello patio interior formado por diez estilizadas columnas con basas góticas. En la parte oriental del piso inferior aún encontramos tres vanos enrejados de la antigua prisión y que como reza la inscripción datan de 1606. La parte más interesante del conjunto radica en la segunda planta, separada con una línea de imposta del piso inferior, presenta una balconada formada por cuatro arcos de medio punto sobre columnas dóricas en 1584 y cubiertas por vidrieras realizadas en 1889 por José Delclaux. En la parte oriental del piso superior hay un muro carente de decoración con dos ventanas que dan salida al balcón corrido de forja, todo ello realizado entre 1846 y 1849 para reformar la sede de la Audiencia. Actualmente este edificio cobija las dependencias y secretarías municipales y en el piso inferior se encuentra la Oficina de Turismo. Puente Viejo[editar] Se trata pues de un puente de gran altura cuya factura actual es de mediados de la tercer tercio del siglo XV, posiblemente de época de Beltrán de la Cueva. De aquella época sólo se conservan dos arcos ojivales de los cinco con los que cuenta la construcción, pues los dos de los extremos son producto de la reforma de Martín de Sarasola a fines del siglo XVI y el segundo arco saliendo de la Villa es obra de 1816, pues en 1812 fue dinamitado por las tropas napoleónicas. Desde 1462 y hasta 1909, se debía pagar el derecho de pontazgo al conde de Ledesma por cada persona que cruzara por este puente. Es en esa época en la que el ayuntamiento adquiere la propiedad del puente y en la que se derriba la torre que había al inicio de éste y que servía para el impuesto de pontazgo. Puente Mocho[editar] Puente de Peñacerracín[editar] Puentes romanos del arroyo Merdero[editar] El segundo de ellos es el que se encuentra bajando por la antigua Calzada de Salamanca a su salida de la Puerta de San Pedro en dirección al río. Es de mayor altura que el anterior pero de similar fábrica. Este puente conducía a un gran puente romano que cruzaba el río Tormes, hoy ya inexistente, sí se conservan las calzadas a ambos lados del río.
Detalle del Palacio del siglo XV de los Rodríguez de Ledesma, Godínez, Fonseca... Palacio de Beltrán de la Cueva[editar] Esta era una casona que el conde y sus descendientes tuvieron en la Plaza Mayor para ver desde ella las corridas de toros, los autos sacramentales, las celebraciones religiosas... que se realizaban en el gran escenario que era la Plaza Mayor. Al lado izquierdo de la casa se encuentra el gran Arco de los Roderos, que comunica la Plaza Mayor con la Alhóndiga, y al otro lado el Palacio de los Roderos, edificio anexo a la propiedad del conde y que servía de sede a los roderos, encargados de recaudar los impuestos en el amplio condado de Ledesma. Su planta baja de sillería regular de buena labra posee dos grandes arcos con dovelas típicas de finales del siglo XV, el resto del edificio de dos plantas con balcones es de 1596. Godínez, Rodríguez de Ledesma, Fonseca[editar] La antigua sede de la orden de Malta[editar] Casa de las almenas[editar] Palacio de los Rodríguez de Ledesma-los Dieces[editar] Palacio del Marqués de la Gracia Real de Ledesma[editar] Alhóndiga[editar] Se acabó esta obra año de 1605". De planta rectangular con cinco arcos de medio punto que sustentaban un artesonado hoy inexistente, está realizado en sillarejo de gran tamaño, y sólo es de buena labra su cornisa corrida y su bella portada, formada por una gran puerta rectangular formada por un dintel y unas jambas monolíticas rodeadas de piedras de sillería regulares y al lado de la que campean dos escudos de la villa de 1576. Caño del Cerezo[editar]
Plaza de toros de Ledesma. Monumentos religiosos[editar] Torre de Santa María la Mayor (siglo XII al XVI). Estilos románico, gótico y herreriano. Venera central de Santa María la Mayor. 1565. Gil de Hontañón el Mozo, Pedro de Inestrosa y Pedro de Gamboa. Portada Neoclásica de la Iglesia de San Miguel de Ledesma. 1782. Actual acceso al Centro de Interpretación. Iglesia de Santa Elena "Virgen de la Pera" o "del Mar". Tabla hispanoflamenca. h. 1530. Anónimo (¿discípulo de Juan de Flandes?). Crucero gótico de mediados del siglo XVI. A los inmuebles religiosos conservados hoy hemos de sumar la desaparición de al menos siete ermitas (San Juan, San Jorge, Santa Ana, San Blas, Los mártires, San Polo y Ntra. Sra. de la Cruz), un gran monasterio franciscano (San Nicolás) con su iglesia románica del siglo XII, los hospitales de San Juan y San Pablo y de San Bartolomé y San Esteban, y sobre todo la desaparición de tres iglesias históricas, aún vistas en pie por Gómez Moreno: la de San Pedro, con portada románica y relieves románicos y el resto fábrica del siglo XVI; San Martín, con restos de románico, pero muy reformada en los siglos posteriores, y Santiago, de estilo gótico, sede de la Cofradía de Hijosdalgo de Ledesma. A pesar de esto, el elenco de monumentos religiosos conservados aún hoy es muy importante y se consideran los de mayor atractivo turístico: Iglesia de Santa María la Mayor (BIC 2002)[editar] La gran ampliación que se hace entre 1492 y 1500 se le encarga a Juan Gil de Hontañón el Viejo y consiste en la construcción de toda la nave de la iglesia hasta el arco triunfal que la separa de la Capilla Mayor y el cuerpo medio de la torre, decorado con las típicas bolas isabelinas. El estilo de esta obra está considerado como uno de los mayores exponentes del gótico hispano-flamenco por las bóvedas de crucería de "espina de pez" y el arriesgado arco escarzano del coro posterior. Es en 1556 cuando le encarga a Juan Gil de Hontañón, el Mozo la construcción de la parte más alta de la torre y el proyecto de la Capilla Mayor, finalmente realizada por Pedro de Inestrosa y Pedro de Gamboa. Destaca de este espacio la conjugación del último gótico con el renacimiento vigente, que se deja contemplar a través de las grandes columnas, los casetones laterales, pero sobre todo por la venera central, en forma de concha, tomada de las antiguas basílicas romanas. Son tres las capillas laterales con las que cuenta la iglesia hoy día: la de Juan de Herrera o de la Clerecía, realizada en 1535 con una fuerte estructura abovedada en el estilo de Gil de Hontañón desempeñó hasta hace 30 años la función de baptisterio, siendo hoy la depositaria del tesoro de la iglesia. La Capilla de Enrique de la Cueva fundada entre 1501 y 1510 y realizada por Juan Gil de Hontañón el Viejo con una cabecera hexagonal y toda cubierta por bóvedas de crucería góticas; pertenecía a Enrique de la Cueva por privilegio condal, por tratarse del antiguo recaudador del conde que se convirtió al cristianismo con el edicto de los RRCC; alberga hoy un retablo churrigueresco de finales del siglo XVII y varias imágenes de calidad así como los mejores lienzos de la iglesia desde los siglos XVI-XVIII. La Capilla de Gonzalo Rodríguez o de los Pobres, realizada en 1405 fue ampliada en 1620, cuando se dobla su capacidad y se aboveda; alberga varios sepulcros de bulto en las paredes laterales así como las sepulturas de los pobres fallecidos en el Hospital de San José. La sacristía es obra de Juan Gil de Hontañón el Mozo y es de 1529; su planta es hexagonal y cubierta con arcos ojivales. Sus paredes poseen 6 arcos que albergan las bellas cajoneras barrocas. Cuenta con una quincena de retablos que van desde un excelente retablo de tablas flamencas del siglo XVI, hasta el retablo mayor de enormes proporciones realizado entre 1752 y 1771 en estilo neoclásico. Son muchísimas más las imágenes que alberga, desde un crucificado del siglo XIV a una Inmaculada de Salvador Carmona o a imágenes de Ramón Micó, pasando por un Cristo articulado de 1550. Destacan también las sepulturas de los nobles que alberga en su interior entre las que destacan las del Infante don Sancho, nieto de Alfonso X, o la Martín Díaz de Ledesma realizada por un discípulo de Juan Guas. Otro de los aspectos destacables de esta iglesia es su orfebrería, albergando multitud de piezas desde finales del siglo XV hasta el XIX, destacando sobre todas la impresionante carroza del Corpus Christi de 1719 y realizada en oro y plata. Iglesia de Santa Elena (BIC 1983)[editar] Posee dos puertas de acceso, al norte y al este, destacando la norte por la decoración de sus capiteles de influencia bizantina y sus arquivoltas. Lo más destacado de todo el templo es la decoración de sus canecillos exteriores, que nos muestran una gran colección de motivos florales, antropomórficos y mitológicos de finales del siglo XII. En su interior, cuenta con cuatro retablos, el mayor, de cascarón, cubre todo el ábside y es de mediados del siglo XVIII. En un pequeño retablo lateral se encuentra la impresionante talla de San Bartolomé de mediados del siglo XVI y de la escuela de Berruguete. Toda la iglesia ha sido restaurada en 2009 por la Fundación del Patrimonio de Castilla y León. Iglesia de San Miguel[editar] Destaca en su interior el retablo de madera de pino al natural realizado en 1767 por Miguel Martínez y el conjunto de frescos góticos. Rehabilitada totalmente en 2008 por la Junta de Castilla y León y por el Ayuntamiento de Ledesma, la iglesia acoge hoy el Centro de Interpretación Histórica de Ledesma "Bletisa", compuesta por reproducciones de piezas originales, paneles informativos e interactivos que recogen la historia de la Villa. Iglesia de San Pedro y San Fernando[editar] Alterada aún más su fábrica en la década de los 60 y 70 del siglo XX, se han perdido varios retablos procedentes de las iglesias desaparecidas. Es en esta fecha cuando se redescubren unas reliquias procedentes de la antigua Iglesia de San Pedro: en una pequeña arca de piel se encuentran restos de tres esqueletos humanos y una inscripción: "Los gloriosos Ysacio, Josefo y Jacobo Pastores de Belén, que merecieron ver y adorar los primeros a Christo Dios y hombre nacido en el portal". Esto entronca con los restos venerados en la antigua Capilla del Cristo de la Agonía de la desaparecida Iglesia de San Pedro. Ermita de la Virgen del Carmen[editar] En 1912 se decide ampliar la pequeña ermita y darle el doble de su capacidad, del arco toral de ladrillo que se observa en su interior hacia delante, y construir una sacristía anexa en su parte posterior. En el interior se cobija un pequeño retablo de mediados del siglo XVII, barroco, que cobija la imagen de vestir de la Virgen del Carmen, patrona de Ledesma, de finales del siglo XVI, y las de San Lázaro y Santa Bárbara de finales del siglo XVII. Ermita de Nuestra Señora de la Concepción[editar] Monasterio de San Salvador[editar] Posiblemente una fundación del siglo XII, hoy alberga una gran iglesia con restos góticos, del siglo XIV pero sobre todo reconstruida en el primer tercio del siglo XVII en estilo barroco, con sus yeserías y sus atrevidas cornisas. De planta de Salón, está toda cubierta por bóveda de yeso, y su cabecera está cubierta por un bello retablo realizado en piedra en estilo neoclásico en el último tercio del siglo XVIII. Destaca la colección de sus cuadros que arrancan en el siglo XVI con lienzos de Andrea Vaccara. El resto del edificio es un gran complejo de mucha capacidad, articulado en torno a dos claustros, uno moderno, y el otro de finales del siglo XVI, de dos niveles, el inferior con arcos carpaneles sustentados sobre columnas herrerianas y el superior sobre vigas de madera labradas. Hospital de San José[editar] El actual edificio, pues, es un buen ejemplo de la arquitectura civil del primer neoclásico: de planta rectangular articulado en torno a un claustro interior central sobre columnas, se desarrolla un bello edificio del que destaca su portada, con abundancia de la línea recta y la escasez de decoración, sólo reservada a la portada flanqueada por pilastras y el grupo escultórico de tamaño natural de la Sagrada Familia que se encuentra sobre ésta. A uno y otro lado están los escudos de Rodríguez de Ledesma y Nieto. Cruceros góticos y renacentistas[editar] Administración y política[editar] Procesión del Viernes Santo. Cofradía de Jesús Flagelado Andas del Corpus. Francisco de Ágreda. 1719 Desenjaule del Viernes de Corpus El inicio de la Navidad está marcado por las Calendas, una antigua tradición que consiste en repicar fuertemente las 6 campanas de Santa María la Mayor en la madrugada del 23 al 24 de diciembre y que antiguamente indicaba a los pastores y labriegos alejados del núcleo urbano de Ledesma que debían acercarse a la Villa a gozar de la Navidad. Con el fin del ayuno impuesto por el adviento, se degustaban mantecados y aguardiente. Aún se mantiene esa tradición en el que un grupo de jóvenes asciende a tocar las campanas mientras que el resto degusta en la Plaza Mayor aguardiente y mantecados. El Año Nuevo es recibido con un gran ambiente festivo por todas las calles de Ledesma y en la víspera de Reyes la típica cabalgata hace ilusionarse a niños y mayores. Entre los entrantes de su gastronomía destacan las patatas meneadas, el hornazo, las empanadas, el embutido y las ensaladas de maruja. Como plato principal destacan las diversas carnes, procedentes de la caza o de las diversas explotaciones ganaderas del municipio, como son la morucha, cabrito, lechazo, cerdo, pollo de corral, perdiz y el conejo. También destacan los productos de río como las sabrosas tencas. De los postres, especial mención tienen sus afamadas rosquillas, sin que con ello se quite mérito a los bollos maimones, las perrunillas, las tortitas de chicharrones, los mantecados y el queso. En la última década, y con el fin de potenciar la gastronomía del municipio, se ha organizado una feria dedicada a la gastronomía ledesmina y a sus diversos productos artesanos. Bajo la denominación de Mercado Franco, y en el entorno privilegiado de la Fortaleza y del Patio de Armas de Ledesma, se congregan diversos artesanos que muestran de esta forma sus productos a vecinos y visitantes.10 Personajes destacados[editar] Wikipedia |